Con este hermanamiento se homenajea a Juan Ramón Jiménez y a Rafael Alberti, así como a su relación de amistad y admiración
El pasado lunes se formalizaba el hermanamiento entre la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez de Moguer y la Fundación Rafael Alberti de El Puerto de Santa María, un acto institucional que refuerza los lazos culturales y poéticos entre ambas localidades.
En este marco, el alcalde de Moguer y presidente de la Fundación del Nobel, Gustavo Cuéllar, viajó hasta la ciudad gaditana para sellar este encuentro literario junto al alcalde de El Puerto, Germán Beardo, celebrando ambos durante el acto la grandeza de la poesía andaluza.
En este sentido, se trata de dos andaluces unidos por sus inquietudes literarias y por su amor al mar, pero no un mar abstracto, sino, como afirma la estudiosa María Estela Harretche, “aquel que ellos llaman nuestro mar, el mar de Cádiz, que ha sido visto y entrevisto por ambos en circunstancias similares, aunque en distintos tiempos”.
Según se destaca, Juan Ramón Jiménez cursó estudios en el colegio San Luis Gonzaga de El Puerto de Santa María, por lo que esas vivencias comunes de la infancia y del paisaje marino que tanto inspiró a ambos creadores, es lo que les define como “paisanos por cielo, mar y tierra”.
Posteriormente, Juan Ramón se sentiría atraído por la frescura de la poesía del joven Alberti, y lo ensalzaría entre los integrantes de la generación del 27 como el de mayor talento, por ello, cuando el gaditano recibió en 1925 el premio al mejor texto de poesía lírica, el moguereño le escribió una emotiva carta sobre su poesía que luego sería prólogo de la edición de Marinero en Tierra.
En palabras del propio Juan Ramón, «La serie ésta del Puerto -que yo he elegido-, es una verdadera orilla, igual que la de la bahía de Cádiz, de ininterrumpida oleada de hermosura, con una milagrosa variedad de olores, espumas, esencias y músicas[ … ] ¡Bendita sea la Sierra de Rute, en donde la nostaljia de nuestro solo mar del sudoeste le ha hecho exhalar a usted, hiriéndole a diario con la espada de sal de su brisa, esa esquisita sangre evaporada!”.
Según se indica, luego vendrían ciertos desencuentros entre ambos, pero pese a ello, Juan Ramón siempre consideró a Alberti una de los más singulares y fecundos autores de su época, y Alberti siempre se sintió en deuda con el magisterio poético del moguereño.
Finalmente se destaca que con el hermanamiento concretado entre ambos municipios se quiere honrar el legado de estos dos excepcionales poetas del siglo 20, cuyas obras siguen inspirando generaciones, contribuyendo además a fortalecer la cultura y la identidad de sus respectivas ciudades.










